Es importante que aprendas la diferencia:
– Purificar o limpiar un objeto: Borrar las huellas energéticas que haya podido ir acumulando.
– Cargar o magnetizar un objeto: Proyectar en él una intención clara y definida, dotándolo de una energía enfocada en un objetivo o propósito.
– Consagrar o ritualizar un objeto: Convertir un objeto en algo divino al dedicarlo a un poder mayor dotándolo de un propósito sagrado.
Ritualiza todo lo que utilices o vayas a utilizar en tus trabajos mágicos, ten entre tus manos cada producto o cada objeto un buen rato visualizando tu propósito, viendo como sucede lo que quieres, si es en compañía de una vela blanca mejor. Acompáñalo siempre con tu energía, de pensamiento y actitud. No hacen falta oraciones extrañas. Lo que tú sientes y cómo lo expresas es lo que más poder de ritualización tiene. Es lo que mejor carga de energías, tus sentimientos y la fuerza interior con que los pronuncias. Deja que se consuma la vela al lado de los productos, o los objetos, y después ya lo tienes listo todo para usar y conseguir tu propósito.