Estos son, como mínimo, los tres elementos generales y esenciales en referencia a la magia genérica:
1- Aporta un efecto que se percibe como fascinante, cuya causa es desconocida y misteriosa en el momento considerado.
2- La magia no busca principios obligatorios, ideas asumidas dentro de una teoría sobre la cual descansan otros razonamientos y proposiciones deducidas de esas hipótesis. Es una proposición evidente y que se acepta sin requerir demostración previa, porque se sabe que ES, que EXISTE, se asume, con independencia de que sea o no evidente. El tópico de la magia por antonomasia es el del objeto que aparece de la nada o por arte de magia, siendo la magia la causa misma.
3- Entre sus atribuciones funcionales y arquetípicas más antiguas y características estaría la facultad de la adivinación, que no se debe confundir con la profecía, o profecía autocumplida, una afirmación respecto al futuro, en forma de profecía, que desencadena una serie de sucesos o acontecimientos que terminan ocasionando lo que se había predicho.
Magia natural y magias no naturales o filosofías ocultas
La Magia natural o de la Naturaleza: La definida como Magia natural abarca todos los fenómenos naturales observables en los cuales interviene o está presente la materia, aunque sean incomprensible. Así fue desarrollada y considerada la astrología por los persas, llamados «los mágicos o magos» ((miembros de la clase sacerdotal y erudita)(de todos es bien conocida la historia de los tres Reyes Magos)), y que posteriormente derivó y se diferenció entre astrología y astronomía. En el siglo XVII incluso se consideraban la Magia acústica y Magia óptica, en alusión al significado etimológico arcaico de la Magia natural, forma de nombrar reservada en latín a la fenomenología física inexplicable científicamente en su tiempo, como lo eran la luz y el sonido.
Magias no naturales, teologías o filosofías ocultas: La posible definición genérica respecto al principio fundamental en el que ellas se basan sería la idea de encontrar la forma de establecer un contacto de relación con cualquier tipo de mecanismo sobrenatural o entidad espiritual mediante la invocación, evocación o adivinación entre otras.
Pensamiento mágico: La magia centra la casualidad, causalidad y origen de los fenómenos en la matriz del pensamiento mágico, mediante el cual se presume la capacidad de percibir y de efectuar alteraciones físicas o psíquicas de toda clase, a voluntad o sin ella, y no siempre sujetas a las leyes de la Naturaleza.
Entidades materiales y espirituales: El sol, el rayo, el fuego, los terremotos, las tormentas, la oscuridad, la luz, las estrellas, el firmamento, los espíritus o almas y los elementales que habitarían el aire, el agua o lugares concretos de la tierra como cuevas, bosques, etc. Actualmente se supone que, durante la prehistoria, para poder interaccionar tanto con la Magia de la Naturaleza como con las filosofías, doctrinas o magias ocultas, todos los brujos, hechiceros o magos se habrían servido de trabajos y procedimientos metódicos, en ocasiones rituales, donde se usarían palabras concretas o reservadas y mediante instrumentos dedicados, habitualmente consagrados, a la participación o intercesión de las entidades materiales y espirituales sobrenaturales de cualquier clase o especie.
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