Los sueños en los que aparecen personajes revestidos de algún tipo de carácter sacerdotal, como la figura de un abad o de una abadesa, independientemente de la religión a la que pertenezcan, revelan la necesidad de confiar nuestros problemas a alguien que sepa comprenderlos y nos ayude a solucionarlos.
Lo importante es recordar los consejos de la figura sacerdotal de que se trate, pues casi siempre contienen el consuelo buscado o la solución.