El Embrujo

Diferencia entre hechizo y embrujo: No confundir hechizo con embrujo bajo ningún concepto, ambos son parecidos, pero para el embrujo hacen falta poderes sobrenaturales adquiridos y ayuda de entidades sobrenaturales. En la brujería siempre se requiere de un ritual mágico de ofrenda y la participación activa de una deidad, divinidad o una fuerza sobrenatural a través de un conjuro de evocación (convocación) para pedir su intervención. Para conseguir que las palabras mágicas o hechizantes lleguen a la victima de forma sutil e indirecta, se amplia el trabajo con un ritual de brujería al que se denomina embrujo. 
¿Qué es un hechizo de magia negra?

Es una construcción o trabajo energético realizado por una persona especializada, en el cual el oficiante (brujo, mago…) deposita la intención que desea aplicar sobre la víctima. Ese trabajo, o esa construcción energética, es en una entidad «guardiana» del trabajo, que se aloja en el entorno de la víctima a nivel energético o directamente se mete en el cuerpo de la misma con el fin de dañarla. Esta entidad muchas veces se percibe como una sombra negra, constante, a espaldas de la víctima, incluso en ciertos momentos concretos la víctima cree percibir, por el rabillo del ojo, a alguien pegado a ella, o tiene sensación como si una densidad oscura le persiguiera. No solo se aloja en el entorno de la víctima, sino que se extiende o propaga por ese mismo entorno, salpicando incluso a las personas más allegadas a la víctima. Es complejo de explicar, todo depende de la fuerza energética que posea la victima, o le afecta o rebota hacia el entorno (pareja, hijos, mascotas, familiares, amigos…). De ahí la importancia no solo de realizarse limpiezas, sino de mantener en perfectas condiciones nuestro campo energético.

A veces los limites que separan la magia negra de la blanca son imprecisos. Hay quienes, aún practicando la magia blanca, realizan amarres de parejas y otros trabajos que entrarían en el ámbito de la magia negra. Lo que tenemos que tener claro es que la magia negra básicamente consiste en hacer daño a alguien mediante la realización de trabajos mágicos que se apoyan en las fuerzas del mal. Por eso, más adelante, te explico el «Sistema de los tres círculos» para que no caigas en estos errores. La magia negra tiene muchas consecuencias destructivas, entre ellas provocar efectos no naturales en la atmósfera, por eso cualquier oficiante oscuro, brujo negro, tendrá a los elementales o espíritus de la naturaleza en su contra, pues estos no permiten que la energía vital de la Tierra se utilice para fines dañinos. El brujo necesita usar poderes sobrenaturales para someter la voluntad de los seres feericos (elementales), para que le obedezcan y le sirvan  y que, por lo tanto, pueden ser manejados para cualquier fin. Esto es justamente lo que nunca hará un oficiante puro, hechicero, alterar a la Madre Naturaleza y la voluntad de sus seres elementales custodios, ingenuos ellos, porque les cuesta  diferenciar entre el bien y el mal de la dualidad humana.
*ENERGIA VITAL O CTÓNICA, también  llamada Pneuma (Grecia Antigua), Prana (en India), Chi, Qui o Ki (en China).

La eterna pregunta. ¿Se puede matar a alguien con un hechizos de magia negra?.

Los expertos en magia negra  son personas muy poderosas unidas a las fuerzas del Mal. Un hechicero o brujo muy experimentado, mediante un hechizo de maldición, sí puede matar a una persona. Por suerte, la mayoría de brujos no practican la magia negra. A la magia blanca solo acuden seres de luz y la negra busca apoyo de las huestes demoníacas. Por eso, una de las principales leyes de la magia es la Ley de Atracción, como te expliqué al principio, y quien invoque al Mal tarde o temprano sólo atraerá hacia sí oscuridad y dolor.

El asesinato, la tortura, el abuso, mutilaciones, desmembramientos… Estas son algunas de las palabras comúnmente asociadas a los muñecos vudú en la cultura popular. Quienes lo practican siempre son brujos con dones perversos de hechicería, muy experimentados y con unas protecciones, barreras o escudos energéticos muy potentes. Pero aún así, todo vuelve, todo se paga.

El hechizo o el embrujo son solamente herramientas, que pueden ser utilizadas para el Bien o para el Mal. No son ellas las culpables, sino quienes las usan de un modo u otro.

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