La hechiceria y brujeria no consideran sinónimos a los encantamientos y hechizos, porque no son lo mismo, aunque haya intereses religiosos y sociales en confundirlos y confundirnos.
Un encantamiento o un sortilegio son el resultado de un conjuro creado con palabras. Recordemos que el conjuro es la fórmula mágica pronunciada durante el ritual. El mago pronuncia, proyecta, lanza y conjura determinadas palabras de poder que le ayudan a quebrantar y modificar el comportamiento natural de las cosas, o la voluntad de las personas.
– Encantamiento: Es aquel trabajo mágico que busca someter la voluntad de otra persona u objeto o influir en la materia, llamado maldición si es con mala voluntad o bendición si es para protección. El encantamiento se une, de forma relativamente permanente, a una persona, objeto o lugar específico alterando sus cualidades, generalmente de manera positiva. Un encantamiento puede tener lugar durante un ritual, ya sea en un himno o plegaria y puede solicitar (invocar) o alabar a una entidad/deidad. Los encantamientos son utilizados para diversos propósitos, incluso para describir hechizos o encantos que no tienen efectos reales pero engañan a la gente. El encantamiento es el componente principal de muchas religiones paganas y también de las principales religiones monoteístas, Islám, Judaísmo y Cristianismo. Prohíben su práctica, aunque lo aceptan bajo otros nombres. or ejemplo en el Cristianismoêxiste la «lorica», oración recitada para protección en la tradición monástica cristiana, o «caim» (himnos y conjuros). Un «caim» se parece a un lorica, pero es para un tipo particular de oración de protección. Su conjuro es la creación de un círculo imaginario, alrededor de uno mismo con el dedo índice, mientras gira el cuerpo. Los dos proceden de las culturas celtas, así que observamos lo de siempre, hechizos paganos cristianizados.
Un ejemplo con la Lórica de San Patricio, que empieza así:
Me levanto hoy a
través de una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, a
través de una creencia en la plenitud, a
través de la confesión de la unidad
del creador de la creación…
– Sortilegio: Cuando el objetivo del hechizo es adivinar el futuro se denomina sortilegio. El sortilegio era la práctica adivinatoria del futuro mediante artes mágicas. No se conocía como el arte adivinatorio, sino como el arte de leer las señales que aparentemente suceden antes de un evento o como el arte de interpretar los sucesos futuros mediante las señales que actúan en el presente. Por lo tanto, dentro del concepto de sortilegio, estarían incluidas todas las mancias adivinatorias. Actualmente el término sortilegio está desvirtuado totalmente y se ha convertido generalmente en sinónimo de hechizo, lo que conlleva a los principiantes a confusión, mientras que para la adivinación en sus distintas formas se ha adoptado el término videncia. Realmente echar las cartas del Tarot o interpretar las lineas de la mano es un sortilegio.
En ambos casos, encantamiento y sortilegio, las palabras repetidas como un mantra perdurarán como mensaje subliminal, del cual no se tiene conciencia, en la mente del destinatario y ahí es donde realmente reside su poder. También pueden usarse objetos materiales reforzando así el mensaje y el simbolismo, pero si el poder mental no es suficiente se puede hacer uso de la invocación para controlar el miedo o cualquier otra emoción a modo de protección, no para otorgar poder al hechizo.
Como ejemplo, los sortilegios gitanos, que son entonados la mayoría de veces como un canto.