Un hechizo mágico u oculto afecta también la percepción visual de una persona, mostrando los objetos percibidos de una manera diferente de la real. Un hechizo natural es principalmente un acto de psicomagia. En el hechizo natural, para conseguir el encantamiento, solo interviene el poder energetico de la mente de quien lo ejecuta y de quien lo recibe. No necesita de evocación o intervención de seres ultraterrenales relacionados con la vida después de la muerte. El secreto de un encantamiento es el siguiente, si alguien te llama sapo con suficiente fuerza mental acabaras sintiéndote como un sapo y solo la actitud amorosa de una tercera persona podría liberar tu autoestima esclavizada del encantamiento. La hipnosis, el clásico «poder de un hechizo» en la Antigüedad, es hoy el instrumento principal del psicoanálisis, reconocido como ciencia por la mayoría, aunque términos como «subconsciente», «personal» o «colectivo» sean intangibles, inmedibles e incomprobables.