La hechicería antiguamente era la psico-terapia ancestral, hoy rebautizada como psicomagia y los hechizos y embrujos siguen siendo la herramienta mágica mas activa para modificar la naturaleza, con o sin ayuda sobrenatural.
La magia solamente puede obrar sobre la materia en cualquiera de sus manifestaciones, por lo tanto, también sobre la mente que, aunque sea sutil, pertenece al mundo material al estar dirigida por el cerebro, órgano físico. Sobre lo que no puede actuar la magia, en un principio, es sobre el Alma, pues éste es inmaterial. La mente humana es una forma de energía, parte de ella espiritual por naturaleza. Cuando las mentes espirituales de dos o mas personas conectan, se establece un vinculo mágico, que puede alterar la percepción de la realidad. Este es el objetivo del hechizo mas sencillo. El hechizo puede ser un acelerador de la sanación emocional porque va directo a la psique. También puede tener un efecto contrario si es el deseo del hechicero. En magia, hechicería y brujería, se usa el hechizo con la intención de lanzar un encanto sobre un objeto o persona y se puede emplear el uso de drogas o herbalismo mágico para reforzar la mente o alterar la conciencia. Pero generalmente, el hechizo es un acto de poder mental instantáneo, sin una forma común. Tanto es así que supuestamente puede ejecutarse incluso de manera involuntaria, como ciertas formas de Mal de Ojo. El hechizo se realiza mediante el uso de la capacidad mental conectando con la energía vital que todo cuerpo posee, por eso un hechizo puede ser también sobre un animal, lugar o espacio natural que irradie energía vital del macrocosmos. Cuando usamos la energía ctónica, vital o telúrica de la Madre Tierra para alterar la materia intervienen los elementos en el hechizo, y siempre los elementales observan el uso de la energía de la Madre Naturaleza.
Ejemplo: «La bruja convirtió al príncipe en sapo por medio de un hechizo y el encantamiento no se deshará hasta que una joven de un beso de amor al príncipe». En la literatura medieval, folclore, cuentos de hadas o en el moderno género fantástico, los encantamientos son hechizos, que generalmente se realizan a una persona, objeto o lugar específico para alterar o influir sus cualidades, la materia generalmente, de forma positiva. El ejemplo más conocido en el mundo occidental es, probablemente, el encantamiento que el hada madrina de Cenicienta utiliza para convertir una calabaza en un carruaje.
Un hechizo es la realización de la practica mágica, pero en un grado menor que el ritual. Se puede utilizar un hechizo con la intención de obtener el mismo objetivo que con un ritual, pero el hechizo muchas veces pretende ir un poco más lejos. Consiste en la capacidad del operante de emplear el objetivo del mismo con herramientas y/o ayudantes elementales. Esto quiere decir que el mago oficiante no convocará o evocará la presencia de ninguna deidad, pero sí podra invocar o evocar la presencia de un espíritu elemental menor, aunque no es necesario hacerlo siempre, basta con la voluntad del oficiante más cuidar la correcta correspondencia de los componentes de dicho hechizo, cosa que los principiantes no suelen hacer por desconocimiento.