En este tipo de hechizo, se establece un contacto directo con la víctima. Se trata de hacer ingerir a la víctima las pócimas y filtros necesarios para que reciba los efectos deseados por el atacante. Realmente este tipo de hechizos son los más peligrosos y los más complicados de contrarrestar o deshacer. En estos filtros se hallan ingredientes tales como uñas, cabellos u otros productos similares. Tras los bebedizos de este tipo suele haber una intención sexual detrás, un deseo de alimentar la atracción sexual hacia alguien.
Otros ingredientes suministrados son los filtros con hierbas. También se trata de filtros suministrados directamente a la víctima. Antiguamente, a las pócimas que llevaban estos ingredientes solían añadirse muchas veces partes específicas de algunos animales, pero esto ya no es tan habitual. Este tipo de hechizos es de poca carga, a pesar de que los efectos suelen ser tan efectivos como los de otro tipo de hechizo, pero son menos duraderos y no llevan tanta energía como otros.