Aquí tienes un remedio que las abuelas utilizaban antiguamente, para que aquel al que le gustase beber más de la cuenta perdiese las ganas. Y más abajo te explico qué hierbas y plantas ayudan en el tratamiento del alcoholismo.
Una de las recetas de nuestras abuelas:
1/2 litro de agua
1 puñado de hojas de encina
Hervir y dejar reposar un rato.
Añadir una cucharada sopera en 3/4 de litro de vino, o de cualquier otra bebida alcoholica.
Poco a poco la persona que es aficionada a la bebida irá aborreciendo el alcohol.
Hierbas y plantas para el tratamiento del alcoholismo:
– Hepatoprotectoras: Protegen el hígado de la agresión provocada por el alcohol.
– Tranquilizantes: Disminuyen la ansiedad del alcohólico y le ayuda a conciliar más facilmente el sueño. Relajan su espíritu.
Cardo Mariano (Silybum Marianum). Hepatoprotector: Sus semillas contienen Silimarina, la cual constituye un remedio en el tratamiento de las enfermedades hepáticas tales como hepatitis, insuficiencia hepática y cirrosis producida por el exceso de alcohol.
– 1 ml de tintura 3 veces al día.
– Infusión de 1 cucharadita de la planta seca por taza. Reposar 15 minutos. 3 tazas al día durante 1 o 2 meses.
Diente de León (Taraxacum Officinale). Hepatoprotector: Estimulante de la función hepática y biliar, muy útil en casos de hepatitis. Es uno de los mejores diuréticos, aumentando la producción de orina y depurando el organismo de toxinas, y ayuda al hígado a realizar su función sin necesidad de trabajar en exceso.
– Decocción de 100 grs. de raíces por 1 litro y medio de agua. 3 tazas al día.
– Al ser muy amarga puede combinarse con menta, hinojo o boldo.
Té verde (Camellia Sinensis). Hepatoprotector: Protege al hígado y ejerce una acción antivírica sobre él. Sus propiedades antioxidantes le protegen de la degeneración, ayudando a impedir la cirrosis o el cáncer en este órgano.
– Infusión de 1 cucharadita de la planta seca por taza. Reposar 15 minutos. 3 tazas al día.
Onagra (Oenothera Biennis). Hepatoprotectora y tranquilizante: Su uso protege el hígado ante los efectos negativos del alcohol. Muy útil en el tratamiento de las borracheras, sobre todo en los síntomas negativos en la posterior resaca. Ejerce una función positiva aliviando los síntomas del síndrome de abstinencia.
Regaliz (Glycyrrhiza Glabra). Hepatoprotector: Ejerce una función protectora del hígado, liberándolo de sustancias tóxicas que resultan perjudiciales y revitalizando sus células. Su uso en exceso puede ser tóxico. La dosis tóxica depende de cada individuo pero la Comisión Europea, en un estudio del 2008, recomienda que las dosis diarias de ácido glicirrético no supere los 100 mg diarios. En exceso puede provocar subidas de tensión, bajadas de potasio. No se puede utilizar en caso de diabetes tipo II, en pacientes con hipertensión arterial, ni en aquellos que tengan poco potasio en sangre, en enfermos de hepatitis ni durante el embarazo.
– Infusión de 1/2 cucharadita de la raíz seca por taza. Reposar 15 minutos. 3 tazas al día.
Ajenjo (Artemisis Absinthium). Hepatoprotector: Tomado en dosis pequeñas o por un tiempo limitado actúa favorablemente en el organismo, pero tomándolo durante mucho tiempo, es nefasto. Esta es una advertencia que debe tener muy en cuenta. Desinflama la vesícula biliar, combate la ictericia, ayuda al hígado en caso de insuficiencia hepática y como recuperador de enfermos con hepatitis producida por ingestión de químicos. Prohibido durante el embarazo, lactancia o en personas con úlceras de estómago.
– Para quitar el vicio de tomar bebidas alcohólicas: Se puede preparar un té de ajenjo o secar partes de la planta y conservarla en polvo, en lugar seco. El té se prepara utilizando 5 gramos de la hierba por taza con agua hirviendo, se deja reposar 15 minutos y luego se toma una cucharadita cada hora, durante el día, máximo diez días, no más.
Jengibre (Zingiber officinale). Hepatoprotector: Estimula la producción de bilis y protege el hígado con sus propiedades antioxidantes, evitando el desarrollo de tumores cancerígenos.
– Añadir Jengibre rallado a las comidas e infusiones, tanto en su forma fresca o desecada.
Valeriana (Valeriana Officinalis). Tranquilizante: Disminuye la ansiedad y ayuda a conciliar el sueño. En dosis altas y prolongadas en el tiempo provoca el efecto contrario.