También debes ir creando tu propio altar. Busca un rincón, lugar, habitación, mesita, etc… en el que puedas tener algo que represente los cinco elementos: Agua, Aire, Tierra, Fuego y Espíritu/Eter. En este altar pondrás tus velas, estampas, inciensos, amuletos, realizarás parte de tus rituales, pedirás a tus guías, entidades religiosas, antepasados, espíritus, colocarás ofrendas, etc.
El altar se refiere a tú propio espacio mágico, tu espacio personal para desconectarte de lo cotidiano, de la mente y conectarte con tu Ser. Te ayuda a centralizar tu poder personal. Por lo tanto, cada elemento colocado en él debería tener un fín específico. No pongas nada que no sea necesario. Cuando el altar esté inactivo, podrás colocar artículos decorativos como celebración de respeto para honrarlo, pero sin abarrotarlo. Te permite honrar al universo y a tus creencias, incluso cuando no estés físicamente presente. También puede utilizarse como mesa de trabajo, igual que un maestro artesano. Como tal, debería ser lo suficientemente grande para poder crear de forma cómoda herramientas, talismanes, etc. A mi modo de verlo, este sería el Altar ideal, pero entiendo que no todo el mundo dispone de espacio suficiente.
Hay varios tipos de altares, el de mesa, el de pared y el stang o altar vertical. Cada cual puede construir su propio altar con lo que tenga a mano, incluso hasta un pequeño tronco de árbol sirve para dicho propósito. Con respecto a la dirección del altar, te recomiendo colocarlo hacia el norte o hacia el este del lugar donde se vaya a trabajar.