Llenar un vaso con agua hasta la mitad y añadir un puñado de sal gorda o gruesa. Colocar el vaso bajo la cama, justo por debajo de nuestra cabeza. Dejarlo ahí tres días. Si al cabo de estos tres días la sal ha trepado por los bordes del vaso, e incluso ha salido de él trepando por el exterior hacia abajo o cayendo al suelo, indica que sí hay Mal de Ojo.
Recomendación: Repetir la operación, pero en este caso dejar el vaso durante nueve días, observándolo diariamente para ver la evolución. En el momento que la sal vuelva a trepar retirar ese vaso y poner nuevamente uno limpio, con agua y sal gorda, empezando nuevamente a contar nueve días. Así hasta que consigamos que sean nueve días seguidos sin tener que cambiarlo por otro. Se trata de hacer una novena seguida para limpiar el Mal de Ojo.