Se puede repetir cada media hora si es fuerte, o en caso contrario con una vez al día es suficiente.
Siempre que se realice un ritual de este tipo poner un vaso con agua a la izquierda diciendo:
Que este agua recoja todos las energías negativas provocadas de forma consciente o inconsciente, por mi parte o de los demás, para que este ritual de limpieza tenga éxito.
A la derecha colocar una vela blanca y encenderla mientras decimos:
Que esta vela ilumine, guíe y dé fuerza a mi petición
Situar entre la vela y el vaso un recipiente pequeño con aceite en un plato. Rezar encima de él un Padre Nuestro. Untarse el aceite en las sienes, coronilla y nuca.
A los bebés hacerles una cruz en la frente, nuca, cintura, ombligo, parte interna de brazos y rodillas y en la plantas de los pies mientras se recita nuevamente el Padre Nuestro. Después ponerles una cinta roja bendecida o impregnada con este aceite siempre pegada a su cuerpo como protección, o atada con tres nudos en su muñeca izquierda (nunca en el cuello para evitar ahogamientos). En niños y adultos ponerla también.