Para todos aquellos a los que nos dedicamos a leer el Tarot, a trabajar con energías, a la práctica de rituales, o simplemente tenemos cerca de nosotros algún tipo de energía o bajo astral, también podemos denominarlo espíritu, pues casi siempre tenemos alguno cerca, sea cual sea su misión, nos guste saberlo o no, están ahí aunque no los veamos.
Para los que tenemos la capacidad de sentirlos y percibirlos, incluso verlos, sabemos que todo esto nos absorbe y nos descarga de nuestra propia energía, pues es el vehículo que utilizan para poder «vivir».
Cuento todo esto porque sé por propia experiencia que esto puede llegar a ser agotador, sensación de cansancio y falta de energía, sensación de mareo, mal humor, sensación de tener alguien cerca que nos mira, percibir que hay alguien más con nosotros en la habitación a pesar de estar uno sólo.
Esto quienes son expertos en percibirlo son nuestras propias mascotas, en especial los gatos. A mis gatos, cada vez que me doy cuenta de lo que sucede, les digo: ¿Qué, ya tenemos visita, no?, y me miran y hacen una especie de ruidito como dándome la razón; Los niños son auténticos expertos en sentirlos, hasta los 5, 6 o incluso 7 u 8 años. Tienen esa capacidad, todos la hemos tenido en mayor o menor medida. La gran mayoría de las personas con el paso del tiempo lo olvidan, pero otros lo seguimos manteniendo. Te acabas acostumbrando, aunque a veces sea incómodo.
Independientemente de lo que quieran o necesiten, independientemente del motivo por el qué estén junto a nosotros, sea nuestra abuelita, nuestro padre o el vecino del quinto que falleció hace 20 años, todos absolutamente todos, necesitan Luz, pues éste no es su lugar. Muchos simplemente están perdidos y desorientados, asustados o enfadados porque no saben qué tienen que hacer, como fue el caso de mi hermano gemelo, más complicado aún, ya sabéis la conexión que hay entre gemelos.
Mi hijo pequeño hablaba con él, jugaba con él, yo sabía que estaba ahí, incluso lo veíamos. Pero no era su lugar. El no aceptaba no haber nacido. Tenía y debía ir hacia la Luz (su propia Luz, no la que nos han hecho creer siempre), y mi deber era ayudarle, aunque me diese miedo echar de menos su presencia. Todo esto lo descubrí hace algún tiempo, mediante regresiones, lecturas de registros Akásicos, péndulo, Tarot y diversas mancias más. Te podría contar tantas cosas más…
Hay quién se siente realmente incómodo hablando de estos temas, o puede que nos tachen de locos y desequilibrados. Mucha gente ha optado por acabar pidiendo cita con el psicólogo por estos asuntos. El que no sabe ni entiende es como el que no ve ni oye, ¿no es cierto?. Las creencias de cada uno las dejo en eso, en las creencias de cada uno. Pero si has llegado hasta aquí, es por algo…
Por otro lado, lo que comentaba al principio de la falta en nuestra persona de energía, debes añadir al gel de ducha con el que te lavas habitualmente, azúcar moreno y miel. Esto te ayudará a mantener o recuperar esa energía que se llevan o nos quitan estos seres.
Esto es muy apropiado sobre todo también para lo tarotistas, que solemos acabar algo agotados después de algunas lecturas. Por cierto, la vela siempre debe ser blanca, símbolo de pureza.